15 marzo 2007

Roger Waters en Lima














Llegamos temprano, aún sin poder creer que Roger Waters estaba respirando el mismo aire (contaminado) que nosotros. Camino al Monumental vimos al enorme cerdo rosado y unos pasos más allá pudimos escuchar la prueba de sonido y entre las cortinas negras fue que creimos ver a dios...y no lo podíamos creer.



Más tarde, luego de hacer "una cola que se creó especialmente para los que habíamos llegado temprano", previa revisión y verificación de tickets, ingresamos al recinto: me sentía como una niña entrando a un parque de diversiones, todo me parecía increíble, todo me parecía lindo. Llegamos a la ubicación destinada, desde ahí podríamos ver a Roger del tamaño de un dedo pulgar, pero no importaba.


Sentados ahí, bajo el oscuro manto de la noche, y aún sin poder creerlo, hablábamos de esto y aquello, mirando impacientemente el reloj



Cuando anunciaron que a las



(editando)














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